Brad Roland Will, Indymedia, Oaxaca?

Luego de la “re-toma” de la ciudad de Oaxaca, que se dá luego de la infortunada muerte de Brad Roland Will (tratada como la muerte de un periodista), es necesario aclarar quien era este señor, que hacía en México, como se organizan estas personas y que es lo que pretenden.

Indymedia es, básicamente, un blog en Internet al cual se suman de forma voluntaria colaboradores locales en algunas partes del mundo, algunas veces incluso con oficinas locales. Indymedia es todo menos periodismo, y eso hay que decirlo abiertamente, pues nunca pretenden ser objetivos, y más bien “simpatizan” con causas “radicales”.

Cualquiera podría apuntar, y con toda la razón, que tampoco TV Azteca o FOX News pretenden ser objetivos, y claro que tampoco son periodistas en en sentido estricto de la palabra.

Lo que distingue a Indymedia es el hecho de que están justo en el otro extremo de las cosas. Si uno visita su sitio, lee sus noticias, observa sus fotos, se tiene la sensación de estar viendo exactamente lo contrario de lo que aparece en los medios “consevadores” (que también son “radicales” en sus principios).

Brad Roland Will era un “voluntario” de Indymedia, que portando su camarita decidió ingresar como turista a México a tomar fotos y video del conflicto oaxaqueño. Brad Will no mostraba la “verdad” o lo que “está pasando” en Oaxaca. Brad Will simpatizaba con uno de los “bandos” (en este caso, con la APPO y cierta fracción del magisterio local), por lo que todas sus “aportaciones” al blog que es Indymedia.

Indymedia no es una “agrupación” u “organización”, y mucho menos una “agencia”, y no tiene nada que ver con el “periodismo” (aunque a veces se le cita como “fuente”. Indymedia es simplemente un tablero electrónico que sirve de punto de reunión virtual de quienes comparten sus ideas y forma de ver algunos conflictos actuales. De sus propias Preguntas Frecuentes (FAQ) se lee (sin dejar de percibir cierto “orgullo”) que no tienen oficinas (aunque algunas representaciones locales, o “independent media center” si tienen), que son apasionados, radicales y que se sirven de la tecnología disponible actualmente para hacer su labor, la cual publican sin restricciones para que sea difundida de la forma más amplia posible (“proselitista” diría yo).

Brad Will colaboraba activamente en el sitio de internet, e incluso había escrito en el mismo sobre la muerte de uno de los activistas oaxaqueños en su último post. Hay incluso un post donde está la foto de Brad Balaceado (crédito de El Universal), y un condensado de ligas al respecto que aparen en otro blog (más fresa que Indymedia) que se llama Boing Boing.

No me canso de insistir: Brad Will era un “activista”, no un perdiodista. Si alguien pretende salir a la calle con una “consigna, inclunación, preferencia” y escribir sobre lo que sea, no se está siendo objetivo. Y eso, por donde quiera que se vea, no es periodismo. Existen leyes en México que prohíben expresamente que cualquier extranjero venga a incidir en conflicotos locales, el famoso artículo 33 de nuestra constitución, y fácilmente Brad Will pudo se expulsado del país por violar dicha ley.

Ahora, no quiero demeritar a quien a quien expone (y pierde) la vida por aquello en lo que cree, solo quiero poner las cosas en su lugar. Los medios siguen llamando a Brad Will como “periodista de origen estadounidense” cuando simplemente era un blogger que arriesgó el pellejo colaborando para el blog Indymedia. Brad Will había ido de conflicto en conflicto (estuvo en Bolivia, por ejemplo) y aquí le tocó su fin. De haberlo deportado lo hubieran matado en otra parte. Era alguien que merecía respeto por su labor, y murió haciendo lo que quería.

Indymedia está más metido en México de lo que parece, y la muerte de Brad Will sacó por lo menos a dicho blog a la luz. Lo mismo hay quien escribe en dicho lugar para hablar a favor de Andrés Manuel López Obrador, que para denunciar los hechos violentos que recientemente se dieron en Atenco (no se olvide que en Indymedia hay simpatía y tendencia, y ellos mismos dicen que es radical).

Lo que si me da risa es lo fácil que es manipular a los medios tradicionales: del sitio mexicano de Indymedia, se hace un llamado a manifestarse (en varios idiomas) en los consulados y embajadas mexicanas en el extranjero , y luego se reporta en los medios tradicionales como “hay una manifestación de 50 personas en el consulado mexicano en la ciudad X del extranjero en contra de la violencia en Oaxaca”, y la gente que depende de los medios para enterarse de los hechos lo lee como una legítima manifestación, cuando en realidad se coordina desde Indymedia. A mi la verdad me gustan más los flash-mobs que se organizan exactamente igual para llegar a lugares públicos y sacar de onda a quien se encuentre por ahí con actitudes como gerras de almoahadazos. Pero en los medios tradicionales hay puro viejito manipulable con tecno-fobia, que no sabe (ni quiere/puede saber) de que se trata Internet, y ya se ven los resultados….

Indymedia tiene

ligas para escuchar en vivo a Radio Universidad

(ahora en poder de la

APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca)

. Si se escucha, está el inmenso contraste del movimiento de la APPO con la “modernidad” de Indymedia. Tal parece que todos los movimientos de izquierda de México siguen anclados en el pasado: usan el color rojo, la hoz y el martillo, las estrellitas rojas del Ché Güebara (mofa intencional) y lo peor de lo peor (hay que aguantar pa’ escuchar la otra versión, ni modo) pues ponen a cada rato el himno comunista o canciones de los 70’s que vitorean el popular “el pueblo, unido, jamás será vencido”…. Desde aquí, un urgente llamado a la modernización de la izquierda radical mexicana, para que no sean tan fácilmente choteables, caray!

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