Centro de Ejecución de la Consecuencias Jurídicas del Delito

¿Centro de Ejecución de la Consecuencias Jurídicas del Delito? no mamen: se dice cárcel.

El colmo se está acercando, y los extremos de la aplicación del concepto conservador de lo “políticamente correcto” por fin se están haciendo evidentes, incluso para los legos lingüísticos. A los débiles visuales y discapacitados los siguieron las personas con capacidades diferentes y ahora incluso los criminales son quienes pagan y están pagando las consecuencias jurídicas del delito

Para los que se detienen en las apariencias, para quienes es súmamente difícil profundizar, para los que pensar está fuera de su alcance (podría decirse débiles pensantes), todo es una cuestión de formas de hablar.

Orwell publicó 1984 en 1949, pero como no se lee (vamos, incluso hay proponentes de cambiar la forma en la que está escrito este y otros textos, algo como eliminar las escenas eróticas de las películas pero en libros) el populacho está condenado a cumplir al pié de la letra todo cuanto se escribió, incluso hasta en el detalle ineludible de la creación de un lenguaje reducido, fácilmente digerible, sin estorbos y palabras difíciles para los sensibles.

Desde los 80s, el concepto de lo que es políticamente correcto apareció como algo inocuo, inofensivo. La gente lo aceptaba de buena gana. Si, costaba un poco más decir minusválido que cojo, manco. Pero luego minusválido cambió por discapacitado. Nuevamente la gente usó el nuevo mote sin cuestionamientos. Hoy, el uso de capacidades diferentes reina en el aire. El manco de Lepanto se volvió una persona de Lepanto con capacidad diferente. Viejo se volvió anciano, luego señor de la tercera edad y hoy es un todo un adulto en plenitud.

Más allá de lo molesto que pueda ser el extremo en el que se encuentran las cosas, desde el punto de vista púramente de forma, las consecuencias han sido, son y serán mucho más graves.

Si ya llegamos a sustituir cárcel y penitenciaría por centro de readaptación social, ¿porqué no llegar a centro de ejecución de las consecuencias jurídicas del delito? Conciente como estoy de que en mi país la justicia es para el que más dinero tiene, no quiero dejar de lado que dichos lugares están llenos de inocentes sin lana, pero tampoco el dejar de señalar que quienes si son culpables ya no están en una cárcel. En el afán de ir disminuyendo el uso de palabras en cualquier idioma, en específico el mío, se está dismunuyendo también todo lo que sea malo o estorboso. Nadie como Orwell para describir la abolición de la historia, el surgimiento del Newspeak, y la autoría del siempre benigno gobierno. No voy a repetir (porque no podría, además, hacerlo con la misma elocuencia) lo que se dice en 1984.

Pero ejemplos claros en otros ámbitos de la siempre creciente influencia del asunto políticamente correcto se pueden encontrar en otras formas.

Philip Atkinson ejemplifica en su artículo sobre el origen y naturaleza del concepto el que frases como “México es pluricultural” (cambio el país para usar mejor el ejemplo) dicen implícitamente tres cosas:

  • Culturas diferentes son compatibles
  • Las personas que contradicen este concepto están cegadas por el prejuicio hacia otras culturas
  • Las personas que contradicen este concepto son escandalosos busca-problemas, que los hace enemigos de la comunidad, si no de la humanidad, y merecen se perseguidos.

Lo que es un ataque a la verdad, el pensamiento claro y la libre expresión.

Las verdades impopulares son temidas y odiadas por los mentirosos populares y sus séquitos. Lo mismo puede decirse de las palabras que se usan para describir ambas cosas.

La sociedad que se ve a si misma como políticamente correcta ignora las consecuencias de sus enjuagues verbales y está incapacitada por su inteligencia y conocimientos para entender la profundidad de las mismas.

Pronto no habrá nada malo ni feo, simplemente porque no habrá palabras para describirlo. En el afán de que todos se sientan bien, el que se sienta mal será expulsado de la clase.

Yo seguiré llamando a las cosas por su nombre. Diciendo y escribiendo lo que se que es verdad. Aunque me aleje de las masas, incluso con consecuencias…

 

Comentarios formato anterior:

Orale!!!, ja, ja… por Sol Gaytán el martes 22 de enero de 2008

Hola Carlos, además de estar de acuerdo en tus apreciaciones sobre lo “políticamente correcto”, te agradezco el rato casi hilarante que pase leyéndolas…por cierto, el comentario inicial ya forma parte de mi acervo titulado: “De la serie: ¡Ay Güey!” Saludos

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