La forma correcta de referirse a la máquina es “automóvil”. “Coche” se refiere a una carroza jalada por caballos. “Auto” queda bien (como reducción de la palabra correcta), pero quien sabe porqué se adoptó el uso generalizado de “coche” en México, y generalmente se usa, sobre todo cuando se invulcran mujeres en las campañas publicitarias.El caso es que prácticamente todas las campañas publicitarias de autos se han vuelto deprimentes, por decir lo menos. Y todo se debe a que los mismos autos ya no presentan diferencias entre si que los hagan atractivos.
De forma repetitiva, hasta el cansancio, todo lo que se escucha en las campañas publicitarias (en todos los medios) es creativamente mediocre: estéreo con MP3, vidrios y cerraduras eléctricos, frenos de disco delanteros, bolsas de aire (en este país, dicho sea de paso, son un accesorio y no un requerimiento legal), aire acondicionado… solo falta que digan cosas como: 4 ruedas, luces delanteras y traseras, parabrisas, retrovisor y volante.
Pero no quiero decir que no hay diferenciadores. ¡Vaya que los hay! hay quien le cuelga hasta la mano del molcajete a los autos para crear “valor y diferenciadores” como la lamparita recargable en el techo, el conector para el chafísima iPod, decenas de agujeritos para meter las llaves, el cambio pa’ los lumpens de los semáforos, la bolsa, el maquillaje, la botellita de agua y jaladas adicionales.
Un auto sirve para transportarse, y mientras mejor lo haga, menos gaste y más seguro sea, mejor. Los verdaderos diferenciadores son su consumo de gasolina, su potencia, su espacio interior y comodidad. Incluso que tan bonito se vea por fuera.
Por desgracia, las agencias de publicidad, luego de analizar en focus groups
que la gente no entiende “cosas complicadas” como eso, escupen basura como los comerciales que vemos en los medios…. tan malas ellas como los “consumidores” descerebrados, ¿verdad?