No pasa un día, ni siquiera una hora, sin que se refiera a mi madre. Estar vivo está obvimente ligado a su existencia, pero no es tan obvio que otras personas también lo estén gracias a ella. Y ver que lo agradezcan es reiterar que fuí una anomalía, al igual que mi hermana. La persona más inteligente que conozco me dió la vida, y sigue enseñándome todos los días a vivirla. El terror existe, no es un concepto abstracto. En el valle de sombras no he conocido la obscuridad ni un solo momento porque ahí está su luz. Me aterroriza la obscuridad, todas las horas, todos los días.
AUTHOR
Carlos Niebla
http://twitter.com/cnieblapub
http://mx.linkedin.com/in/cniebla/
SysOp, Free Software, Citizen Journalism
94 posts
You may also like
Pensé que no iba a escribir nada sobre la muerte de Juan Pablo II, y no lo voy a hacer. Pero de […]
https://media.giphy.com/media/HcveB7brVcpzi/giphy.gif
¿Quién entrena a los conductores de automóbiles? Miles de horas son necesarias para comprobar que un piloto es capaz de conducir un […]
Algunos se atreven a presumir el número de seguidores, como si fuese un parámetro de calidad o peor aún de estatura moral. […]