La pregunta es ¿que celebran los que celebran México? Porque en ninguna de las muchas y sobradas palabras de aquellos que aparecen en los medios, de los que compran sus banderitas y adornitos “patrios”, de aquellos que ostentan una acta de nacimiento que corrobora el que sus padres tuvieron a bien (o a mal) haber parido en México o de aquellos que ya cuentan con su credencial de elector, he escuchado alguna coincidencia, algo que defina el motivo de celebración, y sin embargo, si muchas cosas que no son motivo de ninguna fiesta.
Porque muy aparte de la acostumbrada guerrita entre televisoras (de la que en esta ocasión Televisa salió airosa), la o las razones para celebrar se esconden, se escapan, se antojan ficción o algo muy, pero muy lejano. ¿Que es lo que hay que celebrar?
Por supuesto que no hay que celebrar esta falta de congruencia, falta de valores, falta de un verdadero espíritu que reuna a todos (o por lo menos a la mayoría de) los mexicanos. Así como tampoco hay que celebrar que el mexicano es fiestero, borracho, parrandero y jugador. Cada vez es más marcada la diferencia entre los habitantes de este país, al punto de que enmedio de toda esta marea de estupideces, el mexicano promedio es aquel que se asume como parte de aquellos que no son buenos para nada, que están lejos de los verdaderos triunfadores, a quienes tienen envidia y a quienes atribuyen su éxito a una oportunidad fortuita, o a peores razones si se trata de triunfadoras.
El mexicano promedio se califica a si mismo de humilde y respetuoso, pero no hace gala de tales atributos cuando habla de sus compatriotas. El mexicano es quien habla del mexicano (y además usa el calificativo “así somos los mexicanos”) como alguien flojo, incapaz e incompetente, pero muy a gusto de estar rodeado de sus congéneres chafas.
El mismo Senado de la república da la pauta, y anuncia que es hora de cambiar la percepción (y los hechos) cuando se trata de la mejor mitad de la población: las mexicanas, cuando dice “4 de cada 10 creen que las mujeres deben ganar menos que los hombres, 15 de cada 100 no gasta en la educación de las mujeres, y 1 de cada 4 cree que las mujeres son violadas, porque provocan a los hombres”… Con estos datos, evidentemente yo, y los que son como yo, no nos asumimos como mexicanos, y creo que en esto estamos equivocados.
Aquí, al usar el “estamos”, advierto que lo hago para posicionarme como la mejor parte de la población, y no la peor. No creo que yo no sea mexicano porque casi todo lo que define al mexicano promedio me exluye: no creo en ninguna virgencita, no soy parrandero, borracho ni jugador, no soy flojo, no soy corrupto, yo SI LEO, no soy ningún ladrón, NO MENOSPRECIO A LAS MUJERES, y sobre todo, no me asumo como parte de esa nata conformista, agachada, sumisa y odiosa que abunda en este país.
Yo proclamo: YO SI SOY MEXICANO, lo soy por nacimiento, lo soy por herencia, lo soy por estudiosa reflexión, y lo soy por DERECHO A EXIGIR que cambien las cosas, que cambien nuestras malechas e inservibles leyes (sobre todo en lo que a justicia y seguridad se refiere, como lo ha planteado Fox al congreso) y a que mejore de una buena vez, por respeto a primero a mi hija, la precepción de los mexicanos que la rodean.
Me gustaría celebrarque ya logramos el respeto irrestricto a los Derechos Humanos en todas nuestras leyes y reglamentos, que todos sean iguales frente a la justicia (y frente los unos a los otros), que somos tan, pero tan libres, que alguien tenga que probar fuera de toda duda nuestra culpabilidad para someternos a proceso penal, pero seguiré luchando porque así sea.
Que aquel a quien sea preguntado ¿que celebra cuando celebra a México? y responda con idioteces como el tequila y los tacos sea excluído de
mi fiesta
, porque si celebro que dentro de todo, casi todos los que habitamos este país nos damos la mano en momentos de desgracia (y la extendemos fuera de nuestras fronteras), celebro que cualquiera pueda manifestarse donde y como le venga en gana (aún que me afecte, pues prefiero hacer honor a esa libertad que privarme de ella), celebro nuestra inmensamente rica herencia cultural (en tiempos recientes manchada a más no poder de ignorancia, pero rescatable), celebro que vamos dando por fin pasitos, aunque sea pequeños, en pos de un México mejor, y celebro que comenzemos a señalar con índices de fuego a quienes quieren preservar lo malo.
Comentarios formato anterior:
que rompe cabeza por eduardo el viernes 28 de octubre de 2005
creo que es significativo que lo que este pasando en el pri, sea un lodazal, pero tambien sabemos quein directamente lo hizo, todos sabemos que vega memige, es un perfecto golpeador, y no se duda que madrazo lo hay llamado paa eso. para eliminar adversarios. vega memige en su paso por el Estado de Guerrero, ha dejado una estela de muerte y tristesa. es un asesino de perredista, reprime a los protestantes. que quiere ser gobernador del Estado. sin embargo, tien la escuela priista y figueroista. mandan desaparecer personas. que se le busque en el Estado lo que ha hecho y sabran que es un fascista.