Algunos lectores preguntaron el porqué mi blog no se actualizaba. Murió mi padre. Con el murió mi consejero personal, mi mediador infalible, una de las dos ramas que me sostienen como hoja en el árbol de la vida. Mi papá se fué, para siempre. No hay una segunda vida (aunque el pensaba que si) y es terrible pensar que nunca más lo voy a volver a ver, que todos sus consejos y que todo lo que me enseñó ya no va a estar tan cerca como para seguir consultándolo, para poderle pedir ayuda o consuelo. Mi papá, mi papá, father…