Don Carlos Tornero Díaz, flamante titular del Órgano Legislativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, osea, uno de los hijos de Don Martín Huerta, otro iluminado y flamante funcionario público investido como Secretario de Seguridad Pública, simplemente no deberían salir más de sus humildes casitas de la pura vergüenza, o al menos eso sería lo ideal en un mundo de quienes se hacen responsables de sus actos.