Casi nadie debería tener una cámara digital. De hecho, el que algunas personas hayan cambiado sus cámaras “de rollo” por unas que usan “tarjetitas” en automático los privó de sus propias fotografías. A pocos, realmente muy pocos (y no importando la edad o su situación socio-económica) les va bien tener una cámara digital, y los demás (la inmensa mayoría) deberían usar una Polaroid.